“Todos pueden convertirse en lo que quieran si lo desean con todas sus fuerzas; quienes estén dispuestos a trabajar con entrega y pasión, dedicar todo su tiempo, incluso sacrificar momentos valiosos con la familia, y buscar en todo momento la excelencia”, son las palabras de una mujer que lleva en lo alto el nombre de México a través del mundo, sus raíces gastronómicas y su experiencia de más de tres décadas realizando banquetes: Susanna Palazuelos.
La reina Isabel II de Inglaterra, el rey de Malasia y el exprimer ministro británico Tony Blair se encuentran en la larga lista de personalidades que la señora Palazuelos ha deleitado con sus creaciones culinarias. Pionera en la organización de bodas en la playa en Acapulco, atribuye el éxito de su negocio a la fórmula que suma atención hasta en el mínimo detalle, disciplina y honradez absoluta.
La rectitud con la que se conduce una empresa de catering comienza en hablar con franqueza al cliente y sí es necesario dejarlo ir cuando sus exigencias en lugar de contribuir con la organización óptima del evento, lo ponen en riesgo, opina Susanna Palazuelos y con ella coincide Eduardo Kolhmann.
“Es un error que, con el afán de ganar un contrato, prometas al cliente algo que no tienes la certeza de cumplir”

“Lamentablemente hay personas que han entrado al negocio del catering y que no les importa otra cosa más que ganar dinero. Para mí, la esencia de este servicio es lograr hacer lo mejor que se pueda con el presupuesto planeado y rebasar las expectativas del cliente; hacer que quede lo más satisfecho posible”, menciona la también autora de los libros México, una herencia de sabores; 150 Recetas de cocina mexicana y Mis menús favoritos.
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Para lograr que los clientes vivan una experiencia inolvidable, Susanna Palazuelos cuenta con locaciones propias a la orilla de la playa, más de 40 cocinas portátiles y “un equipo humano comprometido y capacitado para hacer frente a cualquier desafío”.
Y es que encontrar personal capacitado representa un gran reto para las empresas de catering en México, reconoce Eduardo Kolhmann. “Lo más complejo es transmitir tu filosofía y lograr que se pongan la camiseta. Por ello, nosotros hemos optado por entrenar a nuestra propia gente. Ya tenemos detectadas a las personas que tienen ganas de aprender y crecer”. Instó en que es necesario cambiar el concepto de ser mesero, dejar de considerarlo como oficio y asumirlo como una profesión.
Elemento fundamental para matizar sueños
Una vez que el personal entiende la filosofía y misión de la empresa y asume con responsabilidad el papel que desempeña en este proceso, los resultados son satisfactorios. “Pues no debemos olvidar que somos realizadores de sueños”, asegura Eduardo Kolhmann, quien goza de una notable trayectoria de más de dos décadas y un equipo humano fijo conformado por más de 150 personas, de las cuales 40 realizan labores en cocina.
En su esfuerzo constante por innovar, ha hecho posibles las ideas más singulares: ha realizado fiestas de compromiso en un yate, con fuegos artificiales incluidos, eventos corporativos en teatros de relevancia nacional y hasta un servicio para dos en la cima de una montaña, con músicos y viaje en helicóptero. “Lo interesante de hacer of trade catering es que siempre tienes un reto al cual enfrentarte”.
Eduardo Kolhman fue uno de los primeros empresarios en el ámbito de los banquetes en ofrecer servicios complementarios y la organización integral de los eventos con una comida excepcional, posible gracias a la contribución de chefs profesionales que forman parte del equipo. De ahí que en los proyectos de la empresa siempre se encuentre la creación de nuevas propuestas culinarias.
En este sentido, Susanna Palazuelos comparte su apostolado para lograr que los menús de catering en todo el mundo incluyan platillos de la verdadera cocina mexicana y más personas constaten por qué ha sido reconocida como Patrimonio Intangible de la Humanidad; además de promover incansablemente el abasto local.